El surgimiento y desarrollo de los
trabajadores petroleros y el aumento del gasto público contribuyeron
desde un primer momento a ampliar los ingresos monetarios que servían de base
al mercado nacional interno. En otras palabras, los sueldos y salarios pagados
por las empresas extranjeras y los ingresos percibidos por la burocracia civil
y militar y los obreros estatales constituyeron el punto de partida de un
desarrollo del mercado nacional cuyo sostenido crecimiento hasta el presente
será una de las transformaciones más importantes inducida por la explotación
petrolera.
A esto se agrega la apertura de vías
de comunicación por parte de las petroleras y del gobierno, lo que permitió
incorporar al mercado la producción agrícola de regiones que, hasta entonces
habían estado casi totalmente cerradas al intercambio. Al mismo tiempo, por
dichas vías de comunicación llegaban a esas regiones los productos
importados
Los nuevos ingresos determinaron un
aumento en la demanda, lo cual sirvió para que la agricultura incrementara su
producción de alimentos para atender las necesidades crecientes del mercado
nacional. En efecto, con excepción de la leche, las papas el trigo y el maíz,
cuyas importaciones aumentaron rápidamente, la agricultura nacional abasteció
con holgura la demanda interna, hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
En cambio, la demanda de bienes
industriales, especialmente de los productos de lujo que consumían los
viejos y los nuevos ricos de petróleo, no podía ser satisfecha debido a la
falta de una industria nacional. Esta circunstancia dio origen a una carrera
acelerada de importaciones que subieron de 71. 200. 000 en 1921, a 299.200.000
en 1941 y a 8.252.000.000 en 1971.
El país se vio inundado de mercaderías
importadas que han transformado progresivamente el tipo de consumo tradicional,
ligado a la producción autóctona característica del petróleo anterior. En otras
palabras, cambió el patrón de consumo de la población venezolana en
el que se introduce de manera creciente, los hábitos de consumo de los
países desarrollados. Esto conforman otro tipo de dependencia, mucho más
grave que le del período anterior, pues, como se demostró durante la Segunda
Guerra Mundial, si se cierran los mercados exportadores de dichos bienes, el
país sufre serias limitaciones de consumo, cosa que no había sucedido nunca en su
historia.
El carácter dependiente de la economía
venezolana también se acentúa y diversifica. Por una parte, el nuevo sector
fundamental de la estructura es ahora propiedad de empresas extranjeras, de
cuyas decisiones en materia de precios y volumen de las exportaciones
dependería desde entonces la vida económica del país. Por la otra, se genera la
ya mencionada dependencia tecnológica y, finalmente, la introducción del patrón
de consumo extranjero significo una nueva forma de dependencia que transformaría
totalmente la vida de los venezolanos, inducidos desde entonces, a través de
los medios de comunicación dominados por el gran capital, a sumar cada día
nuevas modas y hábitos de consumo, muchos de ellos innecesarios, para dar
salida a la inmensa producción del capitalismo mundial.
a c formidable
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